Aquì transcribimos una de las cartas con que Manuela sienta precedente. A ver:
Crisis bicicletista, sobre la noche y otras nostalgias.
A los que el sentimiento se les vuelve pasiòn,
Quedando a la merced de dicho desequilibrio.
Informes novedosos indican que la C.C.P (Congreso Constituyente del Pedaleo) ha encontrado en el fondo de la casa de la suegra de la mujer de uno de los integrantes, en el patio, que vino con la casa que le habìan alquilado a una conocida, que èsta se la habìa alquilado antiguamente a unos franceses, que venìan de Italia, que eran hijos de unos Yugoslavos, unos manuscritos en fibra azul, guardados en una bolsa de Coto, con anotaciones bicicletìsticas.
Trata de una pionera del bicicletismo polìtico y revolucionario, es màs, la ùnica pionera de dicha disciplina, es màs, son los ùnicos manuscritos que ha encontrado la C.C.P hasta ahora. Es màs, los encontraron de casualidad, lo sacaron de adentro de la boca de un perro llamado "Manchita", ejemplar insoportable y destructivo.
Lo que se dedujo es que la autora de estos textos enterrados misteriosamente por alguna razòn, aùn vive, aunque a nadie le importò encontrarla, " y bien hicimos" , aseguran los que vieron los manuscritos. La pàgina nùmero veintidòs fue una de las pocas que se rescatò entera, se titula "Crisis Bicicletista, sobre la noche y otras nostalgias" y chamuya lo siguiente:
"¡¿En bici a esta hora?! ¡¿A esta hora en bici?! ¡¿Hasta allà en bicicleta, estàs loca?! ¡¿Sola?! ¡¿Y en bici?! ¡¿Tan lejos en bicicleta?! ¡¿Por esa zona en bicicleta?! ¡¿Con esta lluvia en bicicleta?! ¡¿Con este sol en bicicleta?!, con este frìo , con este viento, con este barrio, con este paìs, con estos polìticos, con esta sociedad, con este clima, con este fin del mundo maya, con esta vida que tenès, con estos amigos , y este trabajo y esta angustia, y esta irresoluciòn de las cosas, este progreso lento y demorado, con esta necesidad de superarse y explicarle al mundo lo que quiere uno, lo que siente, lo que le pasa, maldita seas!
No sè si este mundo se està yendo a la mierda o yo me estoy yendo a la mierda, o en el peor de los casos, que los dos nos estemos yendo a la reverenda mierda. BLum, Blum, està muerto.
A ver mamà, a ver señora, a ver hombres, a ver hermanos, a ver gente que se asusta al descubrir que el bicicletista anda en bicicleta siempre y a todos lados. ¿No se dan cuenta que asì no se puede hacer el cambio? ¿No se dan cuenta que atemorizados y atemorizàndonos nos quedamos atrincherados en nuestros refugios-casas, mirando la tele, tragando los fideos con la boca abierta por el efecto de la caja boba? ¿ Por què en vez de quejarse que el barrio es una porquerìa no salen a las calles a tomar mate y hablar con los vecinos, y copar la esquina, y cuidarse, entonces volver, a los tiempos sin candado y puerta sin vuelta de llave?. Es imposible, pero no es imposible, en todo caso es lejano, en todo caso no nos quedemos metièndonos los dedos en la nariz. Si todos los bicicletistas del barrio salieran a pedalear por las noches serìamos muchos bicicletistas andando por las calles desoladas de la noche. Al ser muchos no serìa desolado. Si la gente que le gusta pasear al perro lo hicieran por las noches, estos se toparìan con los bicicletistas. Y si a la gente se le canta el orto salir con su familia a tomar un helado a la noche, ya habrìa en nuestro barrio: bicicletistas, peatones y familias yendo a tomar helado. Y asì otros, y asì otros màs. Entonces serìamos los del barrio en la noche. ¿Y porquè en el dìa sì y en la noche no? ¿Por què la gente se atrinchera de noche?
Si no conquistamos a la noche, la noche no es nuestra, es de otros. Si no sabemos ni quien carajos vive al lado de nuestra casa, no somos un barrio, somos fragmentos. Si no nos movemos en bici porque tenemos miedo, saquèmoslo o aguantèmoslo, -es recomendable la primera pero se empieza por la segunda-. Si nos quejamos, quejèmonos por el sacrificio que nos cuesta hacer las cosas y no porque no las podemos empezar a hacer.
Todos los bicicletistas que tengan ganas de de andar en bicicleta por las noches deberìan hacerlo, todos los que no anduvieron de noche deberìan probarlo. Y nos pueden robar, y nos pueden violar, y pueden matar gente inocente, a gente que queremos, a gente que amamos, y nos pueden matar a nosotros mandàndonos a rendir cuentas con el señor, "discùlpeme humano, pero ustè tiene mas cuenta en el debe que en el haber". Pero estas cosas nos pueden pasar a cualquier hora del dìa, en cualquier lado. El destino no es zonzo y nosotros nos creemos demasiado pillos.
Yo me mantengo despierta en mi bici -caballerìa de elite-, con el viento y la luna de testigos, que andarè hasta que me aplaste un auto, me pegue un palo o me tiren una bala en la cabeza. Que los valientes alguna vez fueron cobardes y que si morimos, leales hijos de la calles, morimos en brazos de nuestras bicicletas.
La calle es nuestra.
Donnet, L. M
Doña Marìa, la bici de Manuela.
Palabras de quien vive, proyecta y hace.
Mas de esta autora bicicletista en su blog: http://la-revista-bicicletista.blogspot.com/
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