miércoles, 26 de diciembre de 2012

Henry Miller





"Estoy en contra de las revoluciones porque siempre implican un retorno al statu quo. Estoy en contra del statu quo, tanto antes como despuès de las revoluciones.No quiero vestir camisa negra ni roja. Quiero ponerme la camisa que me plazca. Tampoco quiero saludar como un autòmata. Prefiero estrechar la mano cuando me encuentro con alguien que me gusta. El hecho es, para abreviar, que soy positivamente contrario a todas estas tonterìas que primero se hacen en nombre de esto y luego en nombre de aquello. Creo solamente en lo que es activo, inmediato y personal"

Ser Henry Miller, ¿que llevarìa a este hombre a desmensurar la vida, levantarle los faldones a la propia existencia para gozar un sueño, que eso sea esa vida buscada, y luego escribirlo?

"En cuanto a las influencias...la autèntica influencia ha sido la vida misma, particularmente la vida de las calles, de la cual nunca me fatigo. Por donde se me busque soy un hombre de la ciudad"

121 años despuès de su nacimiento y post-fin-mundo-maya, este hombre dice presente:                                                  "Todavìa estoy sin dinero y aùn no sè como ganarme la vida, pero tengo muchos amigos y muchas personas que me desean el bien, y he perdido el miedo a la miseria, que estaba convirtièndose en obsesiòn. Ahora estoy unificado absolutamente con mi destino y me he reconciliado con lo que pueda ocurrir. No temo en lo mas mìnimo el futuro, porque he aprendido a vivir el presente"

Que en sus libros no haya un personaje, que sea el escritor quien lo diga de si, es puro sueño Cortazariano, Henry Miller, un cronopio al desnudo. Sin embargo, una historia de tantìsimas e idènticas circunstancias, logra fielmente ser esa cosa viva que muchas veces el aburrido osa preguntarse. Luego nos lo cuenta bajo el ojo antropològico Milleriano. ¡Cuànto se allana el camino de la escritura para aquel que nada sabe!
-Fijese un personaje:Yo, Juan Manuel Aguirre Taboada. Listo
-Tiempo: Nuestra vida, todo lo vivido se vuelve ahora. Listo
-Otros personajes: Los todos de mi vida. Listo
 La evocaciòn constante del ahora en uno mismo. Al galope suave en Caballos, como si nadie eligiese nunca, ser Rocinante.
                     Leer a Miller no es un antes y un despuès, es un Hoy.

"¡Ustedes piden justicia! Bien, la vida de todos los dìas prorratea una justicia inexorable. No es la ideal, puede no ser siquiera inteligente...desde el punto de vista de un diàlectico marxista. Pero es justicia. Los ingleses se destacan por exaltar la libertad y la justicia. Siempre hacen hincapiè en lo justo, en el "juego limpio", hasta en la guerra. Como si la guerra fuera un juego que se rigiera por reglas. Pero en los asuntos cruciales los ingleses nunca se han permitido el "juego limpio", lo justo. Si asì fuera, nunca hubiera sido dueños de un imperio tan vasto en el que el sol jamàs se  ponìa, y del que han alardeado con tanta fatuidad. No. Los ingleses pueden hablar de  justicia, pero en la pràctica siempre han empleado las tàcticas mas cobardes.
Sè poco de historia, polìtica, literatura, arte, ciencia, filosofìa, religiòn, etc.  Sòlo sè lo que he apresado a travès de la experiencia. No tengo confianza en los hombres que nos explican la vida en tèrminos de historia, economìa, arte, etc. Son las personas que nos enloquecen, haciendo malabarismos con sus ideas abstractas. Creo que es fuente de una de las mas grandes decepciones el llevar a los hombres a poner sus esperanzas de justicia en un orden externo, en alguna forma de gobierno, en alguna estructura social, en un sistema de derechos ideales. Todos los dìas leo en alguna u otra parte algo referente a la dialèctica marxista, como si el no comprender esta jerga fuera una falla en la inteligencia del hombre. Bien, debo confesar y con mucho placer, que nunca he leìdo una lìnea de Marx. Nunca me he sentido compelido a leerlo. Y cuanto mas escucho a sus discìpulos, tanto mejor comprendo que no he perdido nada. Dicen que Marx explica la estructura de nuestra sociedad capitalista. 
                                                   ¡Al demonio con nuestra sociedad capitalista! ¡Al demonio con la sociedad comunista, con la sociedad fascista y todas las otras sociedades! La sociedad está formada de individuos. ¡Es el individuo lo que me interesa...no la sociedad!"

El 26 de diciembre naciò un ritmo, mas allá de gustos y partidismos, el hombre habla de su experiencia, inserto en ella hasta la coronilla. Ese tono, sin diapasones ni registros, sin altisonancias ni curriculums vitaes extensos, vagos e inertes. No puedes cambiar en un año lo que no has sido en toda tu vida; pero si en cambio tus pasos determinaron tu observaciòn y tu mirada valiò continentes, si arrastraste hasta en las mas difìciles  tu inexorable convicciòn, si impusiste los Sì a tanto No inoperante, entonces como Henry, te has enamorado de tu propia existencia.

Vale darse una vuelta por http://cosmotc.blogspot.com.ar