sábado, 13 de junio de 2020

Leer


Fue un 13 de junio, Hoy, cuando corroborè el arte de Haruki Murakami. 
Sòlo un escritor o escritora cada tantos, nos brinda esta poesía escrita /y también filmada/ donde atravesamos un mundo maravillosamente real, de aquella bella realidad que se nos ha escurrido en el ahora.
Curioso, me digo, en la penumbra del velador, rodando el beneficioso sentimiento de quien goza la soledad del  buen lector.  Es Norgewian Wood (&), una de sus tantas historias donde los personajes me asemejan algo mucho mas real que abrir la puerta y salir a la calle, allì los humanos se encuentran para profundizar en sus experiencias personales, drama o comedia, sin necesidad de teatro o interludios, los sentimientos no necesitan emojis y la palabra carece de corrector.



Fluir, destino inevitable de todos los seres, a la que nuestra especie se niega con estúpida y tenaz humanidad. El gran truco es creer que nuestro pensamiento es el adalid de nuestra esencia, y que la vida externa es primordial.
Aquì Murakami se deshace de toda histeria colectiva que a la nada va, sin seres de anodinas almas; en toda su obra, y como muchos, el amor es la cuestión; y sin embargo se inserta en el entramado del lenguaje que hace fluir las historias de ellas y ellos, quienes sin tanto parloteo rioplatense (no incluye a Uruguay) nos arrojan con baldazos expresivos todos los entuertos de su ser.
Amo leer, porque hay escritoras y escritores que me comprueban que si! que una humanidad mas conectada a su interno da vueltas por allì, en la búsqueda de nuestra mejor esencia. Mientras tanto, alguien toca el timbre de la casa de al lado en este 2020, parece disfrazado de momia en su cara y lleva en su mano un aparato radiactivo, que al parecer los comunica con otros de su especie…, e incluso les permite transmitir sus coordenadas a la velocidad de la compañìa de turno. Felizmente el libro me llama sin necesidad de sonidos y me imbuyo en un diálogo:
-Quieres acostarte conmigo?-
-Claro-
-Pero…podràs esperar?
-Claro que podrè-
-Antes de hacerlo quiero estar mejor. Encontrarme bien. Podràs esperar hasta entonces?-
-Claro que podrè-


                   
No es fàcil encontrar parangón posible en la vida virtual, sea todo lo positivo, neutro o negativo que nos signifique.
Còmo fundamentarlo?, esencialmente porque no lo percibo. Entonces el papel acaso me signifique algo mucho mas intenso que las palabras “electronificadas”, incluso aquellos garabatos o esbozos hechos por alguien en un papel servilleta o panfleto encontrado en las grandes ciudades, nos dicen mas que millones y millones de bytes, hermosas palabras si, pero que no podemos portar seguras como en la infinita sencillez de cualquier papel encontrado por ahì, o acaso el diario mas ìntimo. Todas estas palabras idas y venidas descansan en la amable melancolía del descanso en la lectura. Leemos tanto y no leemos nada.
Salud Don Haruki y Salud a Doña Ena, allì en la linda Granada de Nicaragua, donde fui convidado por primera vez con la lectura de Murakami

(&) Tambièn conocido en parte de occidente como "Tokio Blues"