miércoles, 28 de agosto de 2013

Todos


Todos decoloramos el tránsito, peatones, ciclistas, camioneros, automovilistas ausentes, colectivero, y claro, taxistas y motoqueros.


Nos maltratamos cada vez, poniendo el enfásis en el "no te dejo pasar", abusamos del pequeño espacio donde ganar posición para llegar adonde sea que debamos.
Esto me recuerda a las charlas con un buen amigo sobre el transitar y el no arribar. sin embargo uno alude y endosa a su pasado fechas de hechos concretos: empezar o finalizar.
El andar las cosas -el presente- se vuelve el instrumento para llegar adonde nunca arribaremos: el futuro que es presente que nos destripa al saberlo siempre ahí, arruinando nuestro presentido destino.
Como muchos, yo recuerdo fechas de arribo, y de la misma manera, el tránsito se precipita igual en la ciudad. Hay que llegar, ni siquiera se le reconoce el goce al destino en sí, sino que lo que nos envalentona es la circunstancia, el hallazgo de sabernos ganadores ante lo inhóspito, en este caso el tráfico.
¿Qué nos mueve a dar esto por importante?
Puede no ser importante, pero está impuesto como lo que debe, y entonces sucede. Uno hace lo que hace, porque debe cumplir ese rol
Un viaje de ciudad, de países o un viaje de estados, de ideas, una remembranza.
Pienso que Viajar, es un detenerse, como si cada segundo nos diera la chance del análisis inmediato, captando todo cada vez, analizando -y espero- ni archivando ni juzgando.
De la misma manera no aceptamos dar el paso al peatón que se detiene en plena lluvia para que el señor automovilista pueda pasar con su carruaje real, de la misma manera llenamos de "apurate" a nuestros niños, que olvidamos, son niños, y que el tiempo para ellos es una vaga referencia, pues volar no tiene medida.
Animar el tránsito al freno es como arengar tortugas, alqo queuno cree risueño, imposible o anecdótico. ¿Para qué o con qué?
Los Delironautas pautamos descansos y enredaderas de palabras, eludiendo la agresión o el "correte idiota" tan escuchado por el bicicletista; y aunque también hay los menos (los tolerantes), vuelan los más enojados que como la decorativa foto, tienen 2 tipos de respuestas, aunque los muchos prefieran optar por el muñequito rojo.

Al tránsito le plantamos alquimia que nos arropa (verbo que le gusta a Quiroga), le sostenemos con pura vida y lo aúnamos a aceptarnos, porque ahí arriba, desde la altura de un Oniriciclo, se pueden hacer pronósticos de cambios, ampulosas ansias de buenaventura.
Si una ciudad es ahogada por millones que dejan la piel de odio en la calle, esa ciudad debe ser removida de la memoria colectiva, de todos los no y los nada que nos inundan, para aunque sea, cada día, dar un apretón de manos, un buenos días o el paso a aquel que sabemos, viene más urgido que nosotros.

jueves, 22 de agosto de 2013

Libertad

Libertad.



¿Sabés?
Extraño al infinito la libertad. Su carne, su sustancia. Esos momentos que sabes con cuerpo joven que todo lo puedes. Una montaña en lo alto, su horizonte como tu vida, infinitos. ¡Porque Sí!
Porque lo crees aun cuando no es real, nada lo es, piensas y sientes antes que será para siempre, que reiniciará todo. Así es la libertad.
Rompo cosas en esta tensión interminable porque ellas me deshonran con su vivencia de cosa estable recordándome una vida de saltimbanqui carcelario, y ahí es donde yo lo sufro como cualquier lugar del mundo donde un tipo se queja con razón. Pero no hay caso, ni quejas ni roturas me la devuelven. En el vádemecum jurídico te recetan “esperanex”, la fórmula que te hace pensar a futuro lo que te quitan en el presente.
Y mientras, ahí va la Vida.
Me duele Shermen, me duele porque sueño el amor en libertad, los perros en libertad, los gatos la casa los Oniriciclos y las plantas, todos libres.
Vivo mi día a día entre quehaceres diversiones deberes ocio obligaciones. Vuelo y presumo mal, alto por lo cielos de la lectura y también me voy en picada al propio infierno descuartizando mis pensamientos, este papel.
Me pongo en lugar de otros, lo que nunca puede ser verídico pues nadie se mete preso por uno. Pienso en mi amigo Walter, clavado en su causa hace 14 años padeciendo la falta de sentencia firme: no beneficios ni trabajo. Pienso en él y otros tantos que conozco; jodidos, mucho mas jodidos que yo y me avergüenzo de mis quejas y de la justicia, de lo legal. Atenerse a derecho!, que sarta de mentiras, vanidosos de traje fácil y maletines sonámbulos.
Amparos exhortos denuncias carátulas, puras mentiras que no necesitan comas que las separen, todo un gran quilombo donde solo se mantienen erguidos ellos, los abogados, y a veces ni varios de ellos.
Ese mundo, el de los leguleyos, tiene metida entre foja y foja los últimos 14 años de mi libertad. Como un mandatario que no se quiere bajar  me rige y me dirige ¡aténgase a derecho!. A piacere. Tal cual los mafiosos y poderosos Juàrez por mas de 50 años en mi Santiago querido.
Y todo esto te lo cuento porque no puedo evitarlo chiquitín:
              No soy libre
              Proyectar mi vida es empírico.
Me acusan de asesinato, ¿cuánta quimera puedo plantar? Y mi pelea es marchita, “Hola si, qué tal?, estoy y soy acusado de un homicidio que no cometí. No hay pruebas en mi contra ni testigos que me incriminen. Fui a juicio y lo gané. Soy inocente. Sin embargo harán un segundo juicio cuando nuestra constitución y la mayoría de las constituciones en el mundo no avalan segundos debates sobre una causa contra la misma persona sin nuevas pruebas.
¿Por qué?
Porque la ley Sociedad Anónima lo ha permitido
JA! JA!JAJAJAJA
jajajajajajajajajajajajajajajajajajala risa de hiena que me recorre el  miedo desde el cerebelo al culo donde allí se infiltra destrozando mis intestinos y mi horizonte por igual, una sola vida, una sola posibilidad, y todo en manos de hombres que citan el derecho romano, o sea, las bases puritanas de un imperio que murió pudriéndose en sus bajezas y hecatombes de jodienda. Las hienas hablan a mi alrededor, son mis miedos, mis cuitas que ni en sueños la del joven Werther!
La ley lo ha permitido…, pero…¿qué se le va a hacer che?
Le he escrito cartas a muchos periodistas y políticos. No he agotado toditos mis esfuerzos cierto es, y es que a veces el ánimo decae y te cae. Pienso: mi caso es uno más del lupanar extraordinario que hoy es el sistema judicial argentino que le hace, es y convive con una sociedad que no se quiere bien. Yo soy parte, claro! Y tengo mis yerros como ciudadano. Los casos siguen y siguen, los periodistas siguen también. A los jueces y abogados también les siguen pasando otras causas por sus despachos.
Nosotros-los sospechosos, no tenemos acceso a ese tren, nuestra causa es todos los días de la vida y estas causas de vida a diferencia de los hijos, no son elegidas, buscadas ni queridas. Son impuestas, nuestro impuesto de por vida.
Exijo mi libertad a este sistema que me oprime sin ton ni son por el solo placer de ver como la burocracia se caga en mi vida.
Hace 14 años que demuestro mi inocencia. Hace 14 años que me culpan sin nada.
¿Por qué esto nunca puede acabar?

Quiero ser libre Shermen y viajar por el mundo con vos.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Masa Crítica Atlántica





Cada vez que vuelo pedaleo. La masa de la costa atlántica nació de un destino, una cámara pinchada, 50 pesos incomprensibles para un poco de caucho – sí, nosotros también consumimos petróleo, caray-. Esta masa de impredecible destino, labró su inició frente al mar, por la ruta 11, buscando la ciudad del faro y la masa crítica de MarDelPlata, primer domingo de cada mes 4 pm, plaza España.
En un día de amistosísimo calor para la latitud y los ventarrones de Chapadmalal, el camino se nos hizo paseo, con viento cruzado a favor y cuestas en subidas descansadas. 3 oniriciclos sin fotógrafos andando hacia una masa crítica mas, que el mundo de los que comparten la idea, inició en MdP.
 Shermen, Lucas y yo subiendo-bajando olas de ruta frente al Atlántico, y mientras África del otro lado,  Delironautas en Oniriciclos se deslizaban al sol de agosto, en un nuevo e infalible bello día, siendo siempre el primer domingo del mes, allí donde  masa crítica, pulsa el quiebre de la lluvia que se silencia cada vez
 ¿qué es un domingo sino el etiqueta de una medida de tiempo que el hombre ha inventado?
Sol.
D.H.Larewnce, escribió:” Queremos destruir nuestras falsas conexiones inorgánicas, especialmente las relaciones con el dinero, y restablecer las orgánicas vivientes con el cosmos, el sol y la tierra, con la humanidad, la nación y la familia. Comencemos con el sol, y el resto se operará lenta, lentamente”.

El tìo Henry nos cuenta sobre D.H:
                                                                                                       ”Desde el principio mismo de su desarrollo como pensador ha dado énfasis al sol; es para él el alfa y el omega. No quiso aceptar la idea corriente  de que el sol era la fuente de la vida- nuestra vida planetaria temporal- porque no pudo aceptar el pensamiento de que la vida tuviese un fin. No admitió que la fuente de nuestra vida terrena sea el sol. La idea es anatema para Lawrence y, por lo tanto invierte el proceso. Somos nosotros, los vivientes, quienes damos vida al sol y a las estrellas, y también a los planetas muertos”.


Salimos de Miramar a las 2 pm por la ruta 11, pero luego de un buen ritmo, al llegar a la Mar del Plata cercanos las 4.05pm, cometimos el clásico de la gente (la gente somos nosotros, así es), entramos por la rambla eterna de la ciudad, llena de aquel que busca salvar su libertad solo un domingo por semana, esa aversión a la imaginación llamada día de descanso y como dios manda. Erramos entre el mar de autos junto al Mar de veras y allí perdimos el tiempo suficiente. Hora de llegada a la plaza España: 5.20 de la tarde.
La masa ya había partido, internet no ayudó en su realidad y no hubo números telefónicos a los cuales llamar en el durante masa. Luego de elongar, largamos para una feria camino a Santa Clara, por la avenida de la costanera. Había pasado la tarde, y  noche y bruma nos abrigaban en la salida costera. En ese impasse un pequeño grupo de bicicletistas  retornaba en nuestra dirección y uno de ellos se detuvo: que si, que eran de la masa marplatense y que ya había finalizado, ello estaban regresando desde la feria en cuestión. Apenas eran las 7 de la tarde. Nosotros 3 veníamos maseando desde la ruta, allá por las 2 de la tarde, bajo un sol de pedaleo en cueros. luego seguimos andando por la noche de la ciudad, encontrando fuegos en descampados donde unos cuantos insistentes del candombe tocaban y murgueaban en la luz de noche, pero seguimos y fuimos en búsqueda de Pedro, el amigo que ha elegido el cambio constante, como fuente de su vida energética. Atravesando los barrios del fútbol y los elegantes residenciales vacíos de alma y de temporada, nos fuimos perdiendo y buscando una calle y un peñón gozando del placer que el sistema nos regala: el mundo del hombre que por elección se guarda cada domingo por la noche en la mayoría de los países del  mundo. El gran hálito,  la decepción que mañana LUNES aceptaremos esta roldana gritando un Sí a vivir un mundo comandado por nuestras invenciones, aquellas para la que hemos vivido mas que para nosotros mismos. Son las últimas horas de la semana, el inicio de otro viaje hacia el fin de la semana iniciará la espera esperanza, desde el trabajo o la fiaca. Todos estos lazos se palpan, se siente al rodar como si la población roncara,  aùn cuando temprano, hacia las 9 de la noche, se cene frente a la tele.



Luego del amigo Peter, regresamos andando en una noche agradable,  anhelada en  una costa de semblante pardo, pocos grados y vientos duros. La vuelta fueron los campos, la ruta de baqueanos, sin señales ni banquinas,  camino de luz de estrellas, a veces un viento cruzado y a favor. En la medianoche  y principio del lunes, los delironautas anhelábamos la llegada viajando en piloto automático, allá las luces del pueblo y el regreso a un prometedor guiso de lentejas con vino tinto y limonada de casa.
Así la masa Atlántica pedaleó desde las 2 de la tarde hasta la 1 de la mañana con 2 paradas de 1 hora cada una.
Distancia Total: 113 kilómetros en 3 Oniriciclos.

Como Lawrence dijo, dimos vida a esta día y esta masa espóntanea que nos volvió bellos de sol y de noche.