miércoles, 13 de agosto de 2008

Oniriciclo Retro -Clase Bizarro-Zeta


Ay muchacho...pues sí te vieran allí de donde vienes, del mar con frío. Ahora que pareces tropicalizarte con bocina antigua.
Oniri, si pudieras navegar mis tierras, las que adopté en el seno profundo, en los costales donde duele cuando se extraña. Lluvias tropicales, piñas/ananás, pero de veritas nomás. Y vieras mae Elmer si yo pudiera contarte como el frío nos apretuja al Oniri y a mí, que estamos sedientos de colores, pero en cambio apelmazados por esta corriente heladísima parce....acá en la ciudad hermosa pero pasada de frío. Por las dudas el Onirico se prepara para impactar con colores, algo de aquello olvidado, el equilibrio en los colores que nuestro sol adorará, y así el traspaso al alma, que nos bañen y nos den nuevos enfoques.
Abrir puertas, aunque seamos el hazmerreír de las esquinas, o los rostros de los chicos que atienden los 24 horas de peatonal Florida, cuando el Oniriciclo circula esa inevitable calle vacía de lo diezmiles y miles que la circulan en las madrugadas apacibles de un Buenos Aires sedado que se oculta.Esta hermosa ciudad que rehuye a sus habitantes pues siente miedo del despojo al que la someten en horas diurnas. Para ellos en la noche, para las avenidas como subibajas VIP, para los que saludan, para los que se sonríen o nos invitan un trago. Cuidadores de esquinas, paseantes de esta ciudad, sufrientes de la misma o no. Para todos esta apelación a algo, que no sabemos bien que es, y busca algo que no desconocemos.
Están ahí. Pueden tomarse y pasan frente y a través de nosotros.

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