jueves, 22 de agosto de 2013

Libertad

Libertad.



¿Sabés?
Extraño al infinito la libertad. Su carne, su sustancia. Esos momentos que sabes con cuerpo joven que todo lo puedes. Una montaña en lo alto, su horizonte como tu vida, infinitos. ¡Porque Sí!
Porque lo crees aun cuando no es real, nada lo es, piensas y sientes antes que será para siempre, que reiniciará todo. Así es la libertad.
Rompo cosas en esta tensión interminable porque ellas me deshonran con su vivencia de cosa estable recordándome una vida de saltimbanqui carcelario, y ahí es donde yo lo sufro como cualquier lugar del mundo donde un tipo se queja con razón. Pero no hay caso, ni quejas ni roturas me la devuelven. En el vádemecum jurídico te recetan “esperanex”, la fórmula que te hace pensar a futuro lo que te quitan en el presente.
Y mientras, ahí va la Vida.
Me duele Shermen, me duele porque sueño el amor en libertad, los perros en libertad, los gatos la casa los Oniriciclos y las plantas, todos libres.
Vivo mi día a día entre quehaceres diversiones deberes ocio obligaciones. Vuelo y presumo mal, alto por lo cielos de la lectura y también me voy en picada al propio infierno descuartizando mis pensamientos, este papel.
Me pongo en lugar de otros, lo que nunca puede ser verídico pues nadie se mete preso por uno. Pienso en mi amigo Walter, clavado en su causa hace 14 años padeciendo la falta de sentencia firme: no beneficios ni trabajo. Pienso en él y otros tantos que conozco; jodidos, mucho mas jodidos que yo y me avergüenzo de mis quejas y de la justicia, de lo legal. Atenerse a derecho!, que sarta de mentiras, vanidosos de traje fácil y maletines sonámbulos.
Amparos exhortos denuncias carátulas, puras mentiras que no necesitan comas que las separen, todo un gran quilombo donde solo se mantienen erguidos ellos, los abogados, y a veces ni varios de ellos.
Ese mundo, el de los leguleyos, tiene metida entre foja y foja los últimos 14 años de mi libertad. Como un mandatario que no se quiere bajar  me rige y me dirige ¡aténgase a derecho!. A piacere. Tal cual los mafiosos y poderosos Juàrez por mas de 50 años en mi Santiago querido.
Y todo esto te lo cuento porque no puedo evitarlo chiquitín:
              No soy libre
              Proyectar mi vida es empírico.
Me acusan de asesinato, ¿cuánta quimera puedo plantar? Y mi pelea es marchita, “Hola si, qué tal?, estoy y soy acusado de un homicidio que no cometí. No hay pruebas en mi contra ni testigos que me incriminen. Fui a juicio y lo gané. Soy inocente. Sin embargo harán un segundo juicio cuando nuestra constitución y la mayoría de las constituciones en el mundo no avalan segundos debates sobre una causa contra la misma persona sin nuevas pruebas.
¿Por qué?
Porque la ley Sociedad Anónima lo ha permitido
JA! JA!JAJAJAJA
jajajajajajajajajajajajajajajajajajala risa de hiena que me recorre el  miedo desde el cerebelo al culo donde allí se infiltra destrozando mis intestinos y mi horizonte por igual, una sola vida, una sola posibilidad, y todo en manos de hombres que citan el derecho romano, o sea, las bases puritanas de un imperio que murió pudriéndose en sus bajezas y hecatombes de jodienda. Las hienas hablan a mi alrededor, son mis miedos, mis cuitas que ni en sueños la del joven Werther!
La ley lo ha permitido…, pero…¿qué se le va a hacer che?
Le he escrito cartas a muchos periodistas y políticos. No he agotado toditos mis esfuerzos cierto es, y es que a veces el ánimo decae y te cae. Pienso: mi caso es uno más del lupanar extraordinario que hoy es el sistema judicial argentino que le hace, es y convive con una sociedad que no se quiere bien. Yo soy parte, claro! Y tengo mis yerros como ciudadano. Los casos siguen y siguen, los periodistas siguen también. A los jueces y abogados también les siguen pasando otras causas por sus despachos.
Nosotros-los sospechosos, no tenemos acceso a ese tren, nuestra causa es todos los días de la vida y estas causas de vida a diferencia de los hijos, no son elegidas, buscadas ni queridas. Son impuestas, nuestro impuesto de por vida.
Exijo mi libertad a este sistema que me oprime sin ton ni son por el solo placer de ver como la burocracia se caga en mi vida.
Hace 14 años que demuestro mi inocencia. Hace 14 años que me culpan sin nada.
¿Por qué esto nunca puede acabar?

Quiero ser libre Shermen y viajar por el mundo con vos.

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