miércoles, 3 de abril de 2013

Masa Crìtica





Mi nombre es Juan Manuel Aguirre Taboada y tengo la suerte de participar en Masa Crìtica Buenos Aires desde octubre del 2008, en su primera ediciòn. El 27 de marzo de este año volvì a la edición nocturna de luna llena luego de no hacerlo desde noviembre del año pasado. Desde que recuerdo, la masa de luna llena ha sido distinta a la diurna, menos familias, menos inhibiciones, menos trànsito, menos concurrencia, y tal vez menos color. Fue en la tercera o cuarta edición de la nocturna, cuando me llegó la hora del hartazgo: ciculàbamos por avenida Corrientes a eso de las 11.30 de la noche cuando un tipo en moto se mandò a hacer slalom entre los bicicletistas de la masa (serìamos unos 300 en ese momento). Como vimos el arranque exasperado del tonto este, otros pibes y yo fuimos cerrándonos para la derecha, con el solo efecto de hablar con èl y explicarle lo de siempre: ”te podès llevar a alguien puesto, porque no doblas en la esquina que vas a ir mas rápido?, es por nuestra seguridad y la tuya..” todo eso. El tipo, que no era pequeño justamente y estaba a mitad de camino entre religioso de Harley Davidson y un personaje de Titanes en el Ring, nos mirò feo, y para colmo yo era un loquito que andaba en esta bici rara y le hablaba de desviarse. Le hablaba desde arriba, feo para estos tipos que le compiten palmo a palmo las acciones mayoritarias sobre la propiedad de las calles a los taxistas…y de esa mezcla, en su mayoría no sale nada…¿que lógica tiene sentirse dueño de un lugar al que todos consideran peligroso?...entonces el tipo seguía rodando despacito pero sin querer desviarse, nos chumbaba con el motor –no era un scooter, no-, y como le insistimos, el tipo para en seco amagando con bajarse. Ahì y para siempre comprendì su lógica: el solo contacto con el diálogo, ese elemento quìmico que nunca aprendiò en la tabla de valores, lo inhibìa de poder actuar como solo entiende, o sea a las trompadas. Asi perdía instàntaneamente las posibilidades de sus deseos, pasar por “su” lugar –la calle- cuando como y a la velocidad que se le cantara. Ya sabemos las piruetas que puede realizar un motoquero en pleno trànsito con el sòlo fin de “ganar tiempo”, ese concepto inexistente que gracias a tipos como Paulo Coelho lavándole el cerebro a millones puede lograr. Pero asì era, el tipo plantò la moto amagando a bajarse; se bajò uno de los maseros de su bici, me bajè del oniriciclo y cuando todo nos llevaba a su victoria (la del motoquero, por falta de pensamiento y por fuerza), otro masero iluminò nuestra taradez, preguntándole: “Que vas a hacer?, nos vas a pegar a todos?, vas a perder tiempo, somos muchos y no vas a pasar igual…”, entonces el motoquero, pelado, de barba candado colorada, puteò al aire sintiéndose superior en sus fuerzas no practicadas y se tirò a la vereda. Pura Vida a ese masero anónimo! que supo ver como unos tantos intolerantes viven desde la derrota del que sabe y ve que la vida no es imposición sobre el otro ni el uso de la violencia su mejor arma, pero que a falta de espíritu o pensamiento crìtico, se adapta a lo que tiene; y lo que tiene es este caos al que han llamado Buenos Aires y a la que se culpa de todos lo males cuando es sòlo un pedazo de tierra ocupada por unos cuantos serotes(1) que llevan hasta el final este concepto de la propiedad privada envilecida, esta necesidad de tener y no de ser.
Seguramente como muchos en estas tierras yo tengo sed de ser pues tener ya me tengo y me comparto cada domingo primero del mes, en el obelisco, ese falo que nunca acaba nada y simboliza el caos vehicular en el que vivimos desde hace años, y al que Masa Crìtica, para siempre, se opondrà!
Somos el tràfico!, mas de 350 años lleva la bicicleta en esta tierra, y se dice que fue un tal Leonardo Da Vinci quien la bocetò por primera vez.
Mucho antes de esto, en el 2009, sucedió uno de los primeros accidentes fuertes en la masa dominical: bajàbamos por Avenida 9 de julio para doblar por Avenida Libertador en sentido hacia el Planetario, los tapones ya estaban ahì, todos bajábamos plenos en esa tarde de sol y veranillo, cuando se escucha el griterío casi en la cola de la masa. Al costado de la estación de servicio, que se encuentra en la esquina de las avenidas nombradas, un taxi estaba encerrado por bicicletistas que no lo dejaban moverse. El taxista había pisado la rueda trasera de un masero que le “impedía” avanzar, el taxista caliente no había tenido mejor idea que bajarse del auto haciéndose el loco (motoqueros, taxistas…), pero ahì nomàs se le plantaron los bicicletistas que lo rodeaban, (unos 20) y el tipo se llamò al diálogo. Por suerte aparecieron tipos como Wilson que ahì nomàs oficiò de payapolicìa descomprimiendo la situación (el masero accidentado y mucho mas ya miraban al taxista con ganas de querer picàrselo con dos rayos). La masa parò, llegó la policía, se tomò la denuncia correspondiente, fotografías, etc..; mientras tanto a alguien se le ocurrió hacer una vaquita(2) para juntar unos mangos y que el masero pudiera arreglar su rueda ni bien pudiera, y como ya éramos en promedio de 900 a 1200 maseros, rápido se reunió el dinero. Lo que sigue es quizás el bello espíritu de Masa Crìtica: cuando el damnificado se encontró con la vaquita resultò ser que tenía mas del doble de lo necesario para el arreglo, por lo cual un mes después se apareció con una bicicleta comprada con el sobrante de ese dinero y  que luego fue sorteada antes que masa crìtica empiece.
Luego hubo mas accidentes y también muchos propios, en donde andar portando botellas de vidrio y lastimarse tras un pozo mal agarrado se ha puesto al tope del ranking en las boludeces que también, solemos hacer en la masa.



He visto mucha intolerancia en el conductor de autòmoviles, y también un tanto de comprensión, he visto en estos 4 años y medio, mucho esfuerzo de parte de maseros en hacerle comprender al automovilista la finalidad de masa crìtica, lo cual es…ninguna; pues al igual que ellos, somos tràfico y simple y llano, estamos circulando juntos, asì como los autos se encuentran rodeados de autos.
 La bicicleta es per se, masa crìtica también, las patinetas, los longboards, los rollers, los corredores y los perros de la masa, también lo son. Pero también he visto burlas desde nosotros hacia aquel que espera a que termine nuestro paso, algo asì como si algunos encontraran una revancha en las caras atribuladas del automovilista que nos ve pasar; ya bastante tienen ellos pensando en que se les vence el seguro, la cochera, los neumáticos están lisos y encima estos loquitos de las bicis me hacen esperar con lo cara que està la nafta!. Pero ese es problema del conductor del auto, nuestro fin es el goce, el encuentro con todos estos extraños que nos somos y que compartimos las bicicleta como punto de encuentro; y si en cambio, nos regocijamos con la espera ajena, mofándonos del tipo  que nos insulta sin siquiera saber porque, pero que espera, entonces terminamos por venderles mas de lo mismo: intolerancia hacia el otro, por el solo hecho de elevar la apuesta; un juego en donde solo ganamos momentos de mierda como el miércoles 27.
Recuerdo que ibàmos adelante en el oniriciclo cuando giramos por la calle derecha del corredor de Avenida Libertador, ahì abajo del puente, cuando escuchamos el ruido a chapa y vemos a toda velocidad el famoso taxi que pasaba lleno de chispazos por debajo de su carrocerìa. Enseguida se le desprendió la bici, que era lo que largaba tanto chispazo, y vemos a los corredores de la masa perseguirlo a todo dar…muchos gritaron pensando que el taxista también había pasado por arriba del masero como lo había hecho con su bici, pero luego supimos, no fue asì.
Unos metros mas allà paramos en un claro de los bosques de Palermo, luego, masomenos enterados de lo ocurrido, muchos decidimos ir a la comisarìa en Borges y Avenida Santa Fè, para radicar la denuncia y pedir la detención del chofer del taxi. Testigos, fotografías y videos del imbécil llevándonos por delante, sobraban. Se decidió, adoptado por todos los maseros que nos acercamos a la comisarìa, cortar, y ahora sì hablamos de piquete, la avenida santa fè, ya debajo de las bicis y rancheando en pleno asfalto, entendimos que nuestra presión hacia el actuar policial inmediato, dependìa de cuanto los jodièramos nosotros a ellos (policía) para que ellos se sintieran obligados  actuar instàntaneamente. La bronca crecía ya que dos chicas de la masa habían contado, como el taxista con total descontrol aceleraba a gusto contra nosotros, también se debe decir, habrìa recibido unos golpes en su capot. Para colmo, habíamos entrado en feriado y el fiscal ya se había retirado, por lo cual había que esperar al de turno…que si que no, en menos de una hora se improvisò una varieté artística mientras se esperaba la llegada de los medios: con lo cual se suele dar la frutilla al postre si uno busca la exposición pública.
Muchos, muchos maseros se quedaron desde el mismo momento del accidente, muchos también hicieron la vigilia frente a la comisarìa
Hacia las 4.30 de la mañana, la noticia ya circulaba en algunos canales.
Al otro dìa hubo una masa improvisada para hablar de lo sucedido y en menos de dos días el accidente de masa crìtica fue noticia de la semana. Algunas notas vinieron desde estos programas que se reinventan asì mismos difrazàndose de gracia, pero que solo nos dejan un eterno penar, mismo por el cual, hace muchos años, he regalado mi tv. Algunos noticieros, radios, y asì. En casi todos los periodistas observè un gran desconocimiento para abordar el tema, y eso que los conceptos de Masa Crìtica son públicos y pueden ser encontrados fácilmente en internet…muchachos de los medios, un poquito mas de logística por favor! Tanto Agustìn como Chapu y otros salieron a dar sus palabras, desde su visión y su experiencia en Masa Crìtica.Pura Vida a ellos!.
Es sano que salgamos a la palestra, es sano que desde lo maligno (el ser argentino conciente que corroe y ayuda al mismo tiempo, pero ese es otro escrito) nos surja la palabra, el consenso.
Masa Crìtica somos cada uno, somos todos. Sièntase libre de expresar y ser expresado, pues andando en un vehículo que fluye, sin tanto freno-acelero-freno, es donde uno se lleva a sì mismo, moviendo el cuerpo acorde al ritmo en que uno late.

Otras notas sobre MC:


(1)serote: tèrmino centroamericano que significa sorete
(2)hacer una vaquita: tèrmino rioplatense que significa juntar dinero

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