lunes, 5 de julio de 2010
grafittis
A veces, nuestro único valor es vivir como ciegos -perdón- los ciegos no tienen la culpa. Nuestro equilibrio es la anuencia de lo bueno y lo malo, aún cuando lo bueno escacee nos sabemos inventar un hueco insípido y ante cada clic de luces de chiquero, ponemos el huevo-consumo olvidadando todo incluso estos recuerdos.
Es mejor reconocernos fuera de los cánones de los hoy infinitos lugares en donde nos abrazan burlones y nos dicen "aquí puedes verte en el espejo", y entonces salir de la tangente prefabricada -carretera mano única sin desvíos ni descansos para autonautas- e inmiscuírse en esta tierra decorada con cemento, y entre esas malezas, no ahogar los gritos: "Fuera los mundiales con podios y perdedores"
1) Abandonar
2) Continuar
1- nos dicen que nos larguemos; de nosotros mismos de luchas y reformas, de pájaros agoreros, pues abandonar suele imbuírnos romance, sufrimiento bien apechugado y calores ofrecidos para la contención de lo que uno decide -echar al destierro-. El "quelevachache" Cortazariano tan en boga, tan respuesta a mano. Los refutadores de leyendas dirían que está bien visto poner el pechito.
2- Seguir: puede ser contraproducente en el caso de los infinitos y dolidos quijotes, mujeres y hombres que antecediendo la propia derrota hacen del morir de pie un camino y un postgrado
Puedes seguir amando, puedes pedalear 3 kilómetros más, puedes inventar un artefacto inútil o ayudar a los viejitos a cruzar las calles. Pero Continuar es poderoso, no hay cretinos que anulen la transparencia de quien tozudo, arremete con viento, marea y dos manos. Los enemigos pueden caer de punta, pero carecen de norte; ese deseo de soñadores y viajeros.
A pesar de otros, de todos y de uno. Los pesares vendrán siempre, el inhóspito entrecejo que a uno mismo le preguntará "que hubiera pasado si...?", puede ser aquello que nos manque en la frustración infinita. Es ahí cuando sólo es necesario un mal paso para descubrir que los valores y las cadencias terminan por tener el mismo ímpetu: poco o nada. Entonces el a pesar empieza a sudar sus barajas y ponerlas sobre la mesa, contra cualquier ente o incógnita a la que le gusta decorar con palos el tipo de rueda promisoria.
Entonces, a pasar!
Todo
El total de algo, los desbordes, hacen todos buenos y malos. El tibio jamás juega con tales palabras pues sabe que cualquier chitrulo está preparado para regalarle la nefasta verguenza de la derrota de aquel que no se ha presentado.
El testarudo y el impaciente, el pensador y el kamikaze, son los que nunca preguntan "que dijo fulano?"
Continuemos todos los pensamientos y trabajo, ideas y paredes de ladrillos.
Todos ellos son anhelos y esfuerzos
Todo en los todos, ¿sino para qué?
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