"Muy a menudo compruebo que todo es opinable, y alguien que comenzò antes de ayer puede hablar tanto como otro cuya trayectoria està largamente probada en la vida del paìs. Y su opiniòn llega a ser clasificatoria, y no tiene siquiera que demostrarse. La llamada opiniòn pùblica es la suma de lo que se le ocurre a quienes, en esos minutos, pasan por la esquina elegida, y conforman el mìnimo universo de una encuesta que, sin embargo, saldrà a grandes titulares en los diarios y los programas de televisiòn. Las preguntas que suelen hacerse son de una torpeza que pondrìan frenètico a Sòcrates, que las colocò en el lugar de quien ayuda a dar a luz"
Ernesto Sábato
Entedemos que hoy, en un ocaso y en una penumbra, la sustancia de lo que conocemos no alcanza para dar opiniones, y es común, decir por decir, como estas palabras por caso, esto si y esto no. Entonces bien sabemos que lanzar una moneda al aire con los condimentos de nuestras ocurrencias, bien pueden ser leídas u olvidadas, pero 1000 veces se ha dicho, publicar y plasmarlo al aire -este aire que necesita lectores o veedores- es más fácil que poner la pava al fuego para tomar unos mates. Pasan días de aventuras y tardes de playa o de calor citadino, en donde este delironauta intenta prolongar el mutismo.
Pensar- ese aire inalcanzable en estos tiempos velocísimos- es la búsqueda; pero no como compromiso momentáneo con aires de dotado, no sin inmiscuírse en cada cosa que nos importa (en este febrero que tanto nos importan las palabras de los adultos hacia los niños, el traslado de sus miedos y sus peores defectos: padres que llaman imbéciles a sus niños porque sí, hombres que se insultan por el roce de sus autos, parábola de instrucciones para dar cuerda al reloj de Cortázar trasplantada al ahora)- pensar sin hacerse mala sangre pero sin olvidar las palabras de Sábato con las que iniciamos esta entrada.
Las opiniones publicas somos cada uno de nosotros y nuestros desconocimientos, cimentando un cúmulo de certezas que gobiernan nuestros diálogos y elecciones que tal vez darán fruto a decisiones; y todo eso, toda esta frase, apoyada sobre bases de...nada.
Un intento de nota de febrero gobernada por el sol y acompañada por lectura de no-verano, sino por palabras como las de don Ernesto, llenas de un opinable que nos ha dejado sumidos en dudas, felices dubitaciones para el regocijo de la más bonitas de las marañas: la pregunta y la repregunta, el cerciorarse y el refutarse, la construcción. Gracias a todos los de nuestro ahora, a lectores como Ximena que han planteado un ida y vuelta al mejor estilo de los viejos camaradas de cartas y cuestionamientos, esos pequeños univesos donde nos apoyamos en el otro para encontrarnos, para señalar caminos y para seguir otros, gracias a amigos como Cristian, que permanentemente acercan datos - el stencil de la bicicleta; nos gustaría que subas el post como comentario para que cada uno lo hojeé a piacere Cris- gracias a los que con sus comentarios y sus pequeñas historias enriquecen estas mismísimas palabras, y a los amigos que van y vienen por los caminos como Gustavo, Lucas, Mariel y Mariano, que nos comunican y transfieren sus andanzas, y a las dudas las palabras y los que escriben y predican en vida lo que ponen sobre el papel
Y tampoco hacia arriba, pues corremos riesgo que la estupidez se nos caiga encima
A varixs no nos vendrìa mal escupirnos la estupidez en la mismisima cara.
ResponderEliminarTalvez asi nos vamos despertando y asumiendo nuestra falta de lucidez con honestidad.
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A quitarse la roña a escupitajos!!!
Y mejor en ayunas, puès es el momento en que la saliva se encuentra màs mineralizada(conforme una adecuada ingesta-asimilaciòn alimenticia).
Nota: la mejor manera de cubrir el cutis con minerales es escupiendose y dejando que la epidermis absorva el agua contenida en la saliva, o dejando que esta cambie de estado.
Nòtese que el mensaje està separado por una corta lìnea segmentada, de ahì en adelante lo dicho no tiene ningun fundamento cientifico-clìnico, es pura magia.
Perdòn, me quedo en la cabidad bucal algo que no es saliva, pero que se relaciona con la opiniòn publica.
ResponderEliminarO...ahora que lo sigo pensando...
Salivar no tiene que ver con opinar? o mejor planteado, Salivar no puede ser una forma clara y original de opinar?
O de otra manera, Que mejor manera de opinar màs que con la propia sustancia?
Es que es tan de verdad esa manifestaciòn...es como un volcan que ESCUPE lava, eso si que es clasificatorio y no tiene que demostrarse (como hà dicho el Don Sàbato acerca de la opiniòn...¿o hablaba del escupitajo que recojen los encuestadores a diario?)
uffff....mejor dejo de salivar, menos mal que no estoy hablando...
Escupir para arriba y todo lo que diga puede ser usado en mi contra...razonamientos de lógica indispuesta que suscitan la mirada extraterrestre de un puñado de hombres y mujeres sinceros y el liso y llano desprecio de los y las hipócritas...
ResponderEliminar'Dios existe y es un canalla' Ernesto Sabato